26 de octubre de 2011

Sin nombre

Trampas inconvenientes en horarios conocidos por todos y largas horas esperando impacientes descansos, logran prudentes agotamientos del alma y aquí aun esperando que del cielo caiga lluvia torrencial estrepitosamente y así quienes lo esperan, crezcan. El calor en lugares lejanos nos ayuda a crecer, la temperatura y la humedad son nuestro alimento.

Rara vez me encuentro en un lugar desconocido, estoy encerrado, tengo ventilación artificial, mi alimento no es puro, casi no veo la luz del día, estoy empezando decaer pálido, casi sin color alguno, me seco.

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