Apareciendo de improviso me encontró, aunque lo esperaba, siempre es oportuno un encuentro y siempre espero que suceda. Me encontraba tranquilo, pensando en todo, como siempre analizando contemplativo, en un lugar familiar y de tarde; vestía ropajes frescos, de temporada propiamente y como siempre, estaba o pretendía estar volado. Estaba con amigos y amigas, la cantidad no era importante pero si la calidad. Seguramente habría comido hacía poco rato algo apetitoso, estaba satisfecho y no pensaba si quiera en alimentarme otra vez. La luz era perfecta en ese momento y no recuerdo si había música, no podría seguro.
30 de noviembre de 2009
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