Apareciendo de improviso me encontró, aunque lo esperaba, siempre es oportuno un encuentro y siempre espero que suceda. Me encontraba tranquilo, pensando en todo, como siempre analizando contemplativo, en un lugar familiar y de tarde; vestía ropajes frescos, de temporada propiamente y como siempre, estaba o pretendía estar volado. Estaba con amigos y amigas, la cantidad no era importante pero si la calidad. Seguramente habría comido hacía poco rato algo apetitoso, estaba satisfecho y no pensaba si quiera en alimentarme otra vez. La luz era perfecta en ese momento y no recuerdo si había música, no podría seguro.
30 de noviembre de 2009
20 de noviembre de 2009
Dia a dia
Yace un nuevo día, bajo nuevamente, otra oportunidad de conquistar el amor y la humanidad, no queda mucho tiempo y este hay que aprovecharlo, ademas claro de disfrutarlo, por nosotros los vivos y los que vendrán, intento dejar memoria y talento a los demás, sabrás siempre que estas aquí o en otro lugar, ya que como yo hay muchos, dispersos, falta poco para que nos reencontremos. Espero un encuentro, espero el amor, espero que llegado el momento todos estemos juntos y despiertos.
16 de noviembre de 2009
Esclavitud
Esta nublada mi consciencia de prejuicios, no puedo sino descansar de tanta hipocresía, tanta maldad, la verdad me nubla el motor y así es como me pierdo en un océano de vida y de muerte.
Así como hoy esta nublado el cielo, siento que estoy alejado de todos, mi calor no energiza a los terrestres, no logro tocar sus dedos ni sus parpados.
Abrazando la humanidad estoy cansado, mis ojos, mis brazos y mis labios, sin senderos me encuentro encadenado y la peste empieza a alcanzarme.
¿Sera cierto lo que decían los antiguos profetas de la esclavitud?
Estoy esperando el ángel de la bonanza, el que alguna vez me fue prometido o quizás es cierto lo que calcule antes, para mi soledad y para la tranquilidad de todos, el sol nunca dejara de brillar, solo.
Así como hoy esta nublado el cielo, siento que estoy alejado de todos, mi calor no energiza a los terrestres, no logro tocar sus dedos ni sus parpados.
Abrazando la humanidad estoy cansado, mis ojos, mis brazos y mis labios, sin senderos me encuentro encadenado y la peste empieza a alcanzarme.
¿Sera cierto lo que decían los antiguos profetas de la esclavitud?
Estoy esperando el ángel de la bonanza, el que alguna vez me fue prometido o quizás es cierto lo que calcule antes, para mi soledad y para la tranquilidad de todos, el sol nunca dejara de brillar, solo.
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