Demasiado tarde para reconocer que aún estoy esperando noches de libre albedrío, constantes y felices; libres de despecho, libres.
Despierto profundo, en profundidad, con el abismo, con la vida de ustedes, muy abajo, donde las escasas oportunidades de descanso se ven ahorcadas por cuerdas sociales, apretadas en el cuello, quitan el aire.
Despierto a la vida profunda, en profundidad, hasta el cielo, con la vida de todos, donde las oportunidades de descanso se ven aminoradas, insípidas, por una vida de dicha y felicidad constante, con todos.
Despierto, estallado de verdad, luz y calor, colores en todas partes, conmigo, con todos, con Dios.
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