Temprano empezando la algarabia, se despiertan y se acuestan los animales, casi todos animados por un nuevo ejemplo de interaccion, donde las cuentas son dispares y rara vez estoy en este lugar.
La jornada esta vez comenzó antes del alba y en honor de compartir los gametos que nos ofrece la madre, esta vez ha sido suficiente, en otra oportunidad lamento, quizás el tubo nos tranquilice.
Ahora con calor y con todo que hacer me dispongo a esperar en vuelos, mientras la tierra se seca y yo aquí piso el freno, su olor me recuerda y el espacio la extraña, después de la oscuridad.
Este parece ser un espacio tiempo singular, añoranza y expectativas, el que alumbra bien presente y el peso del mundo, todo singularmente ordenado, muéstrame tu senda dentro del bosque y volveremos a vernos.
Debemos preocuparnos de ser puntuales a la hora de su llegada, el nos avisó.
Estoy esperando el vestido, necesito la energía y las ondas en el espacio para lograr paz en este momento...
¡Apareciste !
Luego todo lo demás...
2 comentarios:
Mi vestido esta medio sin ondas.
Pero aun pienso que las personas tienen derecho a dormir.
Y que deben ser enormemente puntuales en su llegada o partida o en lo que sea.
Y el tubo no tranquiliza, duerme, y lo sabes.
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