Amarrado @ la máquina del tiempo, me dejo amortiguar por nuevos amigos, creciendo como sol, aún no, desaparecido de nudos y con altivo humor, me desvisto lentamente de emociones de invierno y cada hálito vital borra este ataud de carbón con recuerdos por clavos.
Que lecho encontraré una vez llegues a dormir conmigo, cuando lo que nos desvelo ayer nos haga uno.